Contagiados

Perdió la Deportiva en Anduva (2-1) en un partido bastante malo y que para el espectador neutral, e incluso para el que no lo es, fue un auténtico peñazo. Es lo que tiene Terrazas, te contagia su estilo y al final acabas jugando a lo que él quiere y ahí, normalmente, te gana.

Si creéis que voy a matar o personalizar la derrota sobre alguien, más vale que dejéis de leer ahora mismo. Porque lo podía hacer perfectamente, empezando por el entrenador y me ahorraba tiempo. Porque si quitamos a Andy y a Alberto que son los únicos que pueden salir indemnes, podemos hacer un repaso uno por uno. Manolo la caga quitando a Berrocal del campo, perdemos toda la intensidad que teníamos, Kepa se traga al menos uno de dos centros que son claros del portero y se los clavan, Sobrino su peor partido de la temporada, Pablo fallón incapaz de irse ni de Aitor, que es como no irse ni de una silla, Acorán desaparecido, Alan regala el primero, Carpio mal en defensa y mal en ataque, Tete desacertado y perdiendo balones peligrosos, Camille su partido más gris y encima provoca la 5ª amarilla que le impide jugar contra el Valladolid, Jonathan sin presencia, Berrocal lento y desacertado, Gaztañaga intrascendente y no me hagáis hablar de Yuri porque me enciendo. Si preferís eso, por mi de acuerdo, se acaba el post aquí y ese tiempo que me ahorro. Pero no creo que haya que personalizar la derrota en éste o aquél, porque no sirve para nada. El Mirandés juega a lo suyo, más en su casa y acaba por contagiarte. He visto 4 ó 5 partidos del Mirandés en Anduva este año y todos están cortados por le mismo patrón. Partido cerrado, sin espacios, con el Mirandés bombeando balones, todos iguales. Y los rivales se acabaron contagiando de ese juego. Unos se adaptaron mejor (y ganaron) y otros peor (y no ganaron) pero todos los partidos eran el mismo muermo infernal. ¿Todos los entrenadores de esos equipo eran malos porque no plantearon el partido de forma distinta? Pues no. Terrazas es un experto en lo suyo, y lo sabe hacer a las mil maravillas. Y para los futbolistas también es fácil caer en el aletargamiento de ese estilo. Es más cómodo pegar un pelotazo que combinar, y como los jugadores no sean capaces de abstraerse de eso y jugar a lo suyo, no hay nadie que pueda ayudarlos. Y jugadores de calidad parecen mediocres al lado de jugadores mediocres que saben cómo hacer lo suyo. Porque hasta el minuto 40 el partido estaba controlado y Sobrino y Pablo estuvieron a punto de abrir el marcador si primero Razak y después la madera no lo impiden. Lo que no podemos hacer es un win-win de manual. Si vas a Zaragoza o a Palamós y te pintan el morro por ir abierto no se puede decir que hay que jugar más arropado y cuando se juega arropado decir que hay que ir con todo aunque te pinten la cara. Pues mira, no. Así no vale, eso es ir con las cartas marcadas. Dos buenas ocasiones también tuvo el Mirandés, un disparo lejano que paró Kepa y un saque de esquina peinado en el primer palo y rematado en el centro del área que se encuentra el portero deportivista. Porque eso es otra cosa. Entre saques de esquina y faltas laterales el Mirandés, especialista en ese tipo de juego, tuvo 15 o más opciones para hacer gol en estrategia. ¿Sabéis cuantas remataron con peligro? Una, la que Kepa se encuentra al final de la primera parte. Que un especialista en el balón parado te remate una sola vez con peligro ni tan mal, tú.

La segunda parte nació mal parida. Nada más empezar un centro desde la izquierda, es rematado acrobáticamente por Urko Vera y se convierte en el primer gol del partido tras una serie de fallos en cadena. Un centro cerrado de manera deficiente, un central que recula en vez de atacar el balón y un portero que no sale a por el balón porque se fía de que su defensa lo va a despejar cuando es un balón franco para él. Pero quedaba tiempo para reaccionar y el equipo lo hizo. Sobrino tuvo el empate en sus botas tras un balón a la espalda de la defensa, pero su remate salió desviado. Pudo Pablo convertir una falta peligrosa en la frontal, pero la envió a las manos de Razak. Y a la tercera, en la ocasión menos clara de todas Berrocal bajó un melón y Andy le pegó medio a la remanguillé para colarlo pegado al palo de un Razak que no esperaba ese disparo. Fueron los mejores minutos de una Deportiva que parecía que con el empate iba a ir a por el partido, pero de repente se diluyó el equipo y entró en un estaado de trance, como hipnotizado, del que no pudo salir. Entró Yuri por Berrocal, y sin ser el mejor partido del cordobés, ni uno de sus mil mejores, aportó mucho más que el brasileño, que salió a ver qué tal tiempo hacía y como hacía fresco, decidió no participar. Esa intensidad perdida en el cambio es lo que hizo que la Deportiva, a partir de ese momento, no es que dejara de competir, pero se dejó llevar. No volvió a ganar un duelo por arriba y la presión en la salida del balón era prácticamente inexistente. Todo eso condujo a un final inexorable. Los de Terrazas, que siempre lo dan todo sea el minuto 1 o el noventa y en su campo sacan mucha ventaja de ello se aprovecharon y en los últimos minutos achucharon para conseguir un gol que al final llegó de manera idéntica al primero. Un centro mal cerrado, tres defensas que reculan y Urko Vera que entra como si de LeBron James se tratara a machacar un cabezazo inapelable. Por algo le apodan "El Martillo". Y así, ni más ni menos fue como gano el Mirandés, Creyó que pudo ganar, metió más intensidad y fue mejor. Es simplesh. Queda mucha liga y las piernas empiezan a flaquearles a todos los equipos, no desesperéis, ahora toca animar, que vienen dos partidos chungos de narices. Os dejo el resumen del partido, que las ruedas de prensa todavía no las han puesto.

Crónica de elbierzonoticias.com

Como era de esperar no ha habido acertantes de la porra. Podéis mirar la clasificación de la misma en la barra lateral. El siguiente partido de la Deportiva será el próximo domingo 22 de Marzo a las 18:00 horas en El Toralín frente al Real Valladolid. El encuentro será televisado en La Sexta. Un saludo.

Pasadlo bien y disfrutad del juego.