Punto de oro

Trabajado empate a 0 de la Deportiva en la visita a uno de los firmes candidatos al ascenso en un partido muy trabajado por los de Manolo que consiguieron el primer empate de la temporada frente a uno de los conjuntos más potentes de la categoría. Sin duda un punto que sabe a gloria.

Javi Varas salvó in extremis el gol de Pablo.

Hay una famosa frase de John Gregory que dice que "Los delanteros (el ataque) ganan partidos y los defensas (la defensa) ganan campeonatos". John Gregory era jugador y entrenador de fútbol pero la frase es casi aplicable a cualquier deporte de equipo. Aplicable y también discutible. Aunque hay un cercano ejemplo en football que parece refrendar algo dicha teoría. El 2 de febrero de 2014, en la XLVIII edición de la Superbowl se enfrentaron los Denver Broncos (mejor ataque en temporada regular de toda la liga) frente a los Seattle Seahawks (mejor defensa de la liga). La soberana paliza de los Seahawks (43-8) parece avalar algo la teoría. Bien es cierto que los Seahawks tampoco es que fueran mancos en la ofensiva, pero es un ejemplo que me ha venido ahora a la cabeza. Pero no siempre es así, lo que pasa es que siempre recurrimos al tópico (sea éste el que sea) para avalar las tesis que defendemos en cada momento según nos convenga. A mi ahora me conviene sacar este, así que lo saco. No todos los partidos se pueden mesurar de la misma manera, pues cada rival es distinto, cada circunstancia es distinta, y cada partido, un mundo. Pero generalizando un poco, los que salimos ayer del Nuevo José Zorrilla tras los 90 minutos y los que lo vieron por televisión desde sus casas pudieron llegar a la misma conclusión: Un punto buenísimo para la Deportiva y no tanto para el Valladolid. Lógicamente las expectativas son mayores (por tanto las decepciones también) cuanto más potencial tiene un equipo. Y no creo que me equvoque si digo que el Valladolid es uno de los equipos con más potencial de toda la Segunda División y un firme candidato al ascenso. Por eso hay que saber valorar los esfuerzos del equipo ayer por frenar a un Real Valladolid que es pura artillería. Si bien en la primera parte de la primera parte ambos conjuntos buscaron el intercambio de golpes y casi encajan un duro mazazo por parte de su rival en los inicios, una ocasión de Óscar Díaz que saca Carpio bajo palos y otra de Pablo que salva Javi Varas, cuando el partido se serenó fueron los locales los que intentaron, acorde a su potencial, arrimar el ascua a su sardina. Y aunque los de Rubí abusaron del balón en largo a Bergdich y tuvieron poca profundidad en los primeros 45 minutos, fue cuando más apuros sufrió la Deportiva para mantenerse en pie. A Camille le costó entrar en el partido, no es la primera vez, y por ahí vino todo el peligro local. Por ahí y por cierta tibieza de la defensa en sacar los balones a gorrazos. Mucha permisividad en las segundas jugadas y muchos balones no despejados en condiciones hicieron que el Real Valladolid inquietara a los casi 200 blanquiazules en la grada. A pesar de no tener demasiadas ocasiones claras. Aparte de la ya mencionada un disparo algo escorado que Dinu sacó y el gol anulado (bien) por una falta sobre Alberto Aguilar. Una falta tonta, porque lo más probable es que ese balón se hubiera colado y el cordobés, a pesar de sus esfuerzos, no hubiera podido sacarlo. La Deportiva en ataque apenas apareció, más allá de la jugada de Pablo ya comentada y de una galopada de Yuri que finalizó con un disparo tan cruzado que si no llega a venir Cristian por la otra banda, novedad sorprendente en el once por la baja de Acorán, hubiera salido por la lateral.

Dinu fue el protagonista del partido con varias meritorias intervenciones.

En la segunda parte la Deportiva quiso tener más el balón pero no le dejó el Valladolid que se plantó bien en el medio y dominó aunque sin crear excesivo peligro. Ambos entrenadores hicieron un doble cambio, en el caso de la Deportiva se fueron un trabajador, como siempre, Berrocal y un intrascendente Cristian y entraron Sobrino y Jonathan, que ocupó una posición algo más adelantada a lo que suele serle habitual. A la contra fue como más claramente llegó la Deportiva. Un par de buenas acciones de Sobrino estuvieron a punto de subir al marcador y Yuri a la salida de un córner también pudo haber adelantado a los visitantes, pero todo se quedó en ocasiones desperdiciadas. Poco antes Dinu salvaba un punto ante Óscar Díaz con un paradón antológico que hizo que su nombre resonara en la zona de aficionados visitantes. Y quizá en todo el estadio. Los locales apretaron al final y la Deportiva empezó a acusaar el cansancio en forma de lesiones. Yuri se libró de una merecida sustitución (ya estaba Adán preparado para saltar) por la lesión de Aguilar, que esperemos no sea grave. Entró Ramírez por el andaluz y se colocó en el lateral derecho siendo Carpio el central de ese lado. Además Camille, tieso por el esfuerzo también tuvo molestias y aguantó como pudo los últimos minutos de asedio de un Valladolid que se estrelló una y otra vez en Dinu, que fue, de largo, el mejor del encuentro. Antes comenté que Yuri se libró de una merecida sustitución por la lesión de Alberto, y no quiero que quede eso colgando. Yo no soy hater de Yuri, más bien todo lo contrario. Creo que es el jugador más determinante de la plantilla o al menos está en el TOP 3 en ese escalafón, pero tampoco soy un mojabragas y prácticamente a los jugadores les puedo perdonar cualquier cosa. Puedo perdonar que salgan de noche (al fin y al cabo son jóvenes y se tienen que divertir, siempre dentro de unos márgenes aceptables, claro), puedo perdonar que hagan algún mal patido porque las cosas no les salen bien, que fallen mil ocasiones, que se las chupen todas o que tengan mil despistes defensivos, o que canten por bulerías en los balones aéreos si se trata de porteros. Sólo hay una cosa que no perdono: la indolencia y la falta de profesionalidad. Bueno son dos, pero van ligadas, casi. Que un jugador se pasee por un terreno de juego me saca de mis casillas. Que no salte ni a por un solo balón, que no vaya ni a un sólo choque o que no haga un esprint de un metro para cortar un balón al que puede llegar con un poco de esfuerzo (no hablo de las típicas carreritas tribuneras, sino de otra cosa) no lo soporto. Y todo eso hizo ayer Yuri. A mi que haga rabonas o sombreritos o historietas de esas sencillamente me la suda, lo que quiero es que se esfuerce (que sabe hacerlo y lo demostró el año pasado, por ejemplo). Ya no pido ni que meta goles, sólo esfuerzo. Y eso no se lo estoy viendo este año. No sé si tiene problemas con Manolo, o tiene el mes tonto o le ha bajao la regla (que me perdonen las señoras por el tópico y machista comentario) o lo que sea. Lo que quiero es que espabile, porque él es una parte fundamental de este equipo y ayer, sinceramente, me desesperó. Incluso coincidí ayer con uno de mis habituales compadres de grada que no sabia que iba a ir y que es muy de Yuri y hasta él me reconoció que estaba desesperante. Y el que no lo quiera ver que no lo vea. Para acabar, un punto de oro en un campo dificilísimo y la Deportiva que ya suma 16, un tercio del camino andado hasta los 50. En menos de un tercio liguero. Hay que guardar grano, para cuando lleguen las vacas flacas. Ahora os dejo las crónicas resumen, rdp's etc..

Crónica de El Norte de Castilla
Crónica de elbierzonoticias.com

Varios apostásteis por el empate (sin duda lo firmábamos todos) pero ninguno por el empate sin goles, con lo que la porra se queda de nuevo sin acertante. Una lástima, pensé que tras la semana pasada cogeríamos una racha buena de aciertos. Podéis mirar la clasificación de la misma en la barra lateral. El próximo partido de la Deportiva también será de armas tomar ya que nos visita la U.D. Las Palmas. Será seguro un buen partido. El encuentro tendrá lugar el próximo sábado 25 de octubre a partir de las 20:00 horas en El Toralín (algunos nos perderemos el final del Clásico) y seguro que habrá una buena representación amarilla de la peña del conjunto canario en La Bañeza. El encuentro será televisado por la TV Canaria y por LaLiga.tv. Un saludo.

Pasadlo bien y disfrutad del juego.